Idoia Telleria Maritxalar
Siendo niña visitaba frecuentemente el estudio de mi padre, me sentaba en la butaca granate y tomaba entre mis manos un álbum rojo y dorado repleto de fotografías familiares en blanco y negro.
Pasaban las horas y yo permanecía allí… maravillada.
Estaban tod@s: Félix, Fortunata, Santiago, Jesusa, mis abuel@s, Felix, Paki, Olatz mis padres y hermana, muchos parientes y desconocidos.
Tod@s.
Me embriagaba el olor de las fotografías antiguas y divagaba sobre sus vidas, amores, aventuras o viajes a lugares imaginarios.
¡¡¡Una y otra vez!!!
De alguna manera, yo era partícipe de todo aquello y fue la primera vez que caí en la cuenta del poder de una imagen para transmitir emociones.
Así comenzó mi afán por contar historias, la mía y la de los míos.
Ahora…la tuya.
“Me echaron del colegio por copiar en Metafísica. Miré en el alma de mi compañero de pupitre”
Annie Hall: Woody Allen